foto: www.adrianalestido.com.ar |
-Hablemos de la foto de tapa. ¿Qué recordás de esa presa y por qué la elegiste para ser la cara de tu libro?
-Esa foto es una de mis preferidas. Recuerdo que
estaba haciendo fotos en la cocina de la prisión y en un momento la vi,
con ese inmenso cuchillo. Esa misma mujer en un momento me dijo: "quizás
debería haber tenido un hijo, para tener algo". Lo fuerte de esa foto
es su mirada, el desamparo y la fuerza. Y el cuchillo, por supuesto.
Pero más que como algo agresivo, lo siento más como su protección…
-Hay algo curioso en esta serie. Lográs que uno se
asombre del parecido entre madres e hijas cuando en realidad es lo más
común del mundo…
-Sí. Hay una cosa de simbiosis que yo creo que es la
cruz de la relación madre e hija. Lo que hay que cortar para poder ser:
la madre con la hija y la hija con la madre.
foto: www.adrianalestido.com.ar |
-La serie me hizo pensar en que el desembarazamiento es algo que no existe, que están encintadas…
-Es así. El corte del cordón umbilical es una
metáfora que se tiene que repetir a lo largo de toda la vida. Hay que
cortar el cordón una y otra vez, y no sólo con la madre. Pero si no se
corta con la madre no se corta ningún otro cordón. Eso es algo que se
refleja una y otra vez para poder convertirse en un ser humano completo.
-¿Y pensás que eso es más difícil entre madre e hija que entre madre e hijo?
-Sí. Hay algo único en eso de un cuerpo de mujer
saliendo de otro cuerpo de mujer. Una cosa de espejo. Es una relación
muy fuerte.
Fotos: web de Adriana Lestido / Series: Madres e Hijas - Mujeres Presas
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